Según Wikipedia, sobre dependencia emocional dice
así: “Estas relaciones se caracterizan por ser inestables, destructivas y
marcadas por un fuerte desequilibrio, donde el dependiente se somete, idealiza
y magnifica al otro. Para el dependiente esta situación afecta de forma
negativa a su autoestima, y a su salud física y/o
mental. Pese al malestar y al sufrimiento que la relación les cause se sienten
incapaces de dejarla, siendo los intentos nulos o fútiles”
Una nota muy característica de la dependencia
emocional, coloquialmente hablando, podríamos definirlo como un “enganche” a
alguien, bien sea en la pareja, amigo, pariente, etc... si bien es cierto que,
en el mayor índice de casos ocurre en relaciones de pareja.
¿Por qué se da tan a menudo la
dependencia emocional?
Buscamos fuera, en el exterior algo que todos
tenemos en nuestro interior pero que, no lo hemos descubierto o no nos creemos
tenerlo o mejor dicho si cabe, no nos creemos merecedores y la autoestima
escasea, y reclamamos a gritos afecto, cariño o amor, tal y como relataba en un
capítulo en el libro Un nuevo amanecer es posible.
¿Qué ocurre cuando reclamamos
fuera, en el otro, afecto cariño o amor?
No lo encontramos. Algo que parece tan sencillo y
lógico a priori, pero muy difícil de aplicar en las personas que están
sufriendo dependencia emocional.
¿Qué ocurre cuando no
encontramos en el otro, amor cariño o afecto?
Nos frustramos y, aquí hace acto de presencia la
temida y tan dañina dependencia emocional. Cada vez necesitaremos más de las
migajas afectivas del otro/a y las reclamaremos hasta límites insospechados,
pudiendo perder lo más valioso: la libertad interior, nuestro poder personal.
Como ves, toda relación basada en la dependencia
emocional es altamente negativa y destructiva, porque genera mucha ansiedad,
nos va minando poco a poco la autoestima y como decía anteriormente, nuestra
libertad interior.
Creo importante destacar, hasta qué punto ha podido
condicionar a que se dé la dependencia emocional, los medios de comunicación,
las películas, el mito del amor romántico, todo ello, nos ha generado confusión
sobre lo que es el Amor.
John Lennon no puedo expresarlo mejor:
Nos hicieron creer que cada uno de nosotros es la mitad de una naranja y que, la vida solo tiene sentido cuando encontramos la otra mitad.
No nos contaron que ya nacemos
enteros, que nadie en la vida merecer llevar a sus espaldas la responsabilidad
de completar lo que nos falta.
Quiero que te grabes a fuego que:
Si EXISTE DEPENDENCIA, BRILLA POR SU AUSENCIA EL
AMOR
EL AMOR NO SE RECLAMA, EXISTE O NO
5 Pasos para Superar la Dependencia Emocional
Ámate a ti mismo
Sí, tal cual; no es egoísmo,
es invertir en ti y tu salud emocional.
Tú eres lo más importante, si uno no está bien
difícilmente puede ofrecer y dar lo mejor de sí mismo. Cuando uno no está bien
consigo mismo ¿qué va a atraer o qué tipo de relación va a encontrar? ¡Seguro
que lo has adivinado! Exacto, lo más probable, por no decir lo más seguro es
que atraiga personas y se vea uno inmerso en relaciones caóticas y donde se da
la dependencia emocional. ¡Así que, desarrolla tu autoestima, ya!
Disfruta de tus momentos de soledad
¿Quién dijo que la soledad cuando es elegida es
mala? Es muy sano dedicar al día “X “tiempo a estar a solas con nosotros mismos
para hacer aquellas cosas que nos gustan tales como leer nuestra novela
favorita, darnos un baño relajante, pasear por un parque, meditar, o
simplemente no hacer nada, contemplar y sentir.
Apúntate a algo nuevo
Algo bastante relacionado a lo anterior, hacer lo
que nos gusta, pero esta en vez ¡con más gente! ¿Qué tal apuntarse a aquel
curso que nunca lo hiciste por miedo o por el que dirán, pero te entusiasma
solamente pensarlo?
Establece objetivos y cúmplelos
Márcate objetivos, (al principio con 1 o 2 es
suficiente) pero cúmplelos, comprométete a llevarlos a cabo y ves tachándolos
de la agenda ¡verás que satisfacción!
Aprender a decir NO
Muchas veces decimos sí a eventos, a favores de
otras personas (que está muy bien) pero que muchas veces el decir ese Sí
equivale a renunciar a nuestros deseos o no hacer lo que queríamos hacer.
¡Recuerda! ¡Solamente podemos dar cosas positivas a los demás, cuando primero
no la damos a nosotros mismos!
Gracias por los pasos, se a quien le puede servir este post.
ResponderEliminarAyudémonos entre nosotros, apóyame con una visita y comentario por favor, te lo agradecería un monto, gracias, me estaré pasando constantemente por aquí, https://epya.com.co/grandes-espejos-tendencia-diseno-arquitectura/ Gracias.
Gracias a ti por tu comentario. Me paso a dejarte mi apoyo, claro que si.
EliminarTriste realidad en la que viven más personas de las debidas. Siempre ha existido la dependencia emocional. El amor está, jamás podrá marchar pues está en cada uno, pero como dices, hay quienes no lo saben buscar en sí mismos, y creen que lo tienen los demás para dar, craso error. Pero hay que aprender a descubrirlo. La cita de John Lennon, la cual es bien conocida, lo dice bien claro. Que utopía tan disparatada pensar que somos solo una parte.
ResponderEliminarMuy buen artículo, Yolanda, necesario para mucha gente.
Un fuerte abrazo :)
Así es, Mila! Somos personas completas que no dependemos de lo de fuera para ser naranjas enteras.
EliminarUn alegría leerte por aquí y muchas gracias por tus palabras.
Otro fuerte abrazo para ti!
Magnífica aportación. Perfectamente esturcturado este artículo, muy útil, muy necesario. Estoy segura que ayudará a muchos, existen exceso de casos de dependencia emocional, más de los que quisiéramos imaginar.
ResponderEliminarMuchas gracias Yolanda, estupendo.
Pues si, existen muchos casos y muchos no son conscientes que la sufren.
EliminarMuchas gracias a ti por tus palabras y me alegra leerte.
Un abrazo gigante, Maty!
No coocía esa frase de John Lennon, pero algo cambia en nosotros cuando la interiorizamos de verdad. Qué importante es saber decir que no. Yo todavía estoy aprendiendo. Gracias por recordármelo Yolanda.
ResponderEliminarUn abrazo,
Laura
Muy importante y cuesta muchas veces, sobre todo a lo primero. Gracias a ti por estar y comentar.
EliminarOtro abrazo para ti, Laura!