Seguimos con otra blogger protagonista; esta vez con Amaia, que será la protagonista de este mes de junio. Nos trae un relato que estoy segura que os va a motivar. Sin más dilación, ¡os dejo con ella!
DESAFÍA TUS LÍMITES
Mi nombre es Amaia Larrea Elgorriaga. Este junio cumplo 59 años y puedo decir que he tenido una vida llena de oportunidades. Me gusta utilizar las frases: ¡Adelante siempre! y ¡Con la Sonrisa Puesta!
Me hace mucha ilusión escribir un post en este maravilloso blog de Yolanda. Espero que este relato, os motive siempre a seguir con vuestros sueños e ideales, a no dejar nunca lo que os gusta aunque la vida, a veces, intente impedirlo.
A lo largo de mi vida he estudiado varias competencias y todas muy diferentes. En todas ellas he trabajado. Mientras trabajaba seguía adquiriendo nuevos conocimientos y habilidades, lo cual me permitía no detenerme y crecer laboralmente y como persona.
Uno de los cursos que hice para complementar mis competencias se llamaba exactamente: "habilidades para hablar en público". Tuvimos muchas prácticas y una de ellas consistió en salir a la pizarra y contar lo que quisiéramos al resto de los alumnos. Nos avisó con un día de antelación y nos advirtió que nos iba a grabar. Esto nos asustó a la mayoría.
A mi, no me iba el puesto en ello pues en ese preciso momento estaba desempleada y me estaba preparando para comercial, pero otro de los alumnos me confesó que su puesto sí dependía de ello y tenía terror a hablar en público.
Al día siguiente, uno por uno teníamos que salir y charlar sobre algo. Yo había pensado en el cuento del escorpión y la rana.
Llegó mi turno y salí. Era mi primera vez y he de reconocer que justo en el momento de salir me entró una extraña sensación y respiré profundamente. Es impresionante verte observada tan directamente por otras personas. Esas personas están atentas a lo que dices, a lo que haces, a tu aspecto, a tus gestos…
Yo me centré en la historia sin más. Como muevo mucho las manos, eso acompañó a la escenificación del cuento. Decidí pasearme sutilmente de un extremo al otro del “escenario" con la intención de dirigir mi cara hacia todas las personas que tenía delante. En realidad no las miraba, yo pensaba en mi relato, lo visualizaba.
Mi cuento finalizó e hice una reverencia y sonreí. Aplaudieron mucho y entonces sí que me sentí verdaderamente nerviosa y noté un leve temblequeo en las piernas . Llegué a mi asiento temblando.
Finalizamos todos y entonces nos proyectó la grabación de cada uno de nosotros hablando en público. A mi me parecieron todos fantásticos, era la primera vez que lo hacían. Incluso el chico que tenía pánico me pareció que lo hizo notable.
El profesor pedía a cada uno que se examinara. Todos fueron muy críticos con ellos mismos. A muchos les daba cierta vergüenza verse allí, en la pantalla.
Llegaba mi turno. Yo también tenía miedos. Como muevo mucho las manos al hablar pensaba que tal vez resultaría ridículo. También tenía cierto temor con la cara, por si hubiera gesticulado de más. No sabía cómo me había expresado. Me concentré tanto en visualizar el cuento para aislarme de las miradas que tenía delante, que no recordaba las palabras que había utilizado y temía que no me hubiera expresado adecuadamente o que hubiera repetido coletillas. El aspecto también me inquietaba un poco. Por causas de salud, últimamente había engordado bastante y temía que la imagen en la pantalla me perturbase.
Y ahí estaba yo, me vi. Esa era yo desde fuera. Así era como me veían los demás. Me reí mucho pues el relato me salió simpático y agradable. He de reconocer que la de la pantalla me cayó bien. Se expresó bien y aunque movía los brazos, estos iban acompasados con los paseos y el cuento. Al final resultó como un baile.
El profesor me preguntó qué me había parecido. Le respondí:
- Pues francamente os digo, que me he gustado. Creía que me resultaría más desagradable y raro verme a mí misma, pero me ha gustado. Es una gran sorpresa para mí.
Cuando visionamos el trabajo de todos los alumnos, el profesor dijo que en mi caso, se notaba que yo tenía experiencia hablando en público. Yo abrí los ojos mucho, ¡Pero mucho!
- ¿Es así, no? - me preguntó como queriendo oír una confirmación.
- No es así - le respondí yo sorprendida - Es la primera vez que lo hago. Siempre que ha habido oportunidad no me he atrevido por vergüenza.
Respondió el profesor:
- Pues ya puedes dedicarte a dar charlas, o como cuenta cuentos o similares pues tienes un gran potencial.
Como te puedes imaginar, estas palabras me hicieron muchísima ilusión y me dió fuerza. Además, me abrieron una puerta que yo tenía cerrada por miedo.
Conclusiones
Para la vida en general y sobre todo para los proyectos que emprendas:
Estudiar bien lo que se quiere hacer, tenerlo muy bien preparado.
Hacer todo con pasión, con ganas, con ilusión, con garra, pues esto se transmite.
Ser muy valiente, cada día y dar a los miedos una patada. Nos invaden y corroen.
Tus valores, no los pierdas nunca.
Y finalmente: Ir con la Sonrisa Puesta y Adelante siempre con todo.
Te deseo lo mejor.
Actualmente soy Community Manager, pero desde la pandemia cuido de mi madre que es muy mayor. En los ratos que me quedan libres he retomado la lectura de literatura y el escribir de vez en cuando algún cuento o relato. Hace muchísimos años que no lo hacía y me está gustando mucho.
Como mi medio de trabajo en los últimos años han sido las redes sociales, estoy presente en muchas pero me gustaría mucho que me visites en estas:
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Hola Yolanda, encantada de conocer un poco más a Amaia, ya la sigo en sus redes y blogs, pero siempre es bueno saber algo más. Un abrazo. :)
ResponderEliminarHola, Merche! Sí, está muy bien conocer mejor a otros compañeros o personas que comparten puntos de vista parecidos a uno. ¡Otro abrazo para ti!
Eliminar¡Yolanda, qué ilusión me hace formar parte de tú blog!
ResponderEliminarDe todo corazón te envío un gran abrazo y besos!
Me alegra de corazón saberlo y a mí que tú formes parte de mi blog.
Eliminar¡Un abrazo gigante!
No la conocía, haces bien en dar a conocer a otros escritores, blogueros o no. Un abrazo
ResponderEliminarEs la magia que tiene muchas veces internet, poder conocer gente maravillosa de todos los rincones del mundo.
Eliminar¡Otro abrazo para ti, Ester!
Sigo a Amaia, la leo y me ha encantado saber más de ella, estás anécdotas que cuenta son muy aleccionadoras además de motivadoras.
ResponderEliminarGracias Yolanda, gracias Amaia!
Así es, Maty! Es un relato con anécdotas y mensajes muy motivadores.
EliminarGracias a ti por tu comentario.
Qué ilusión me ha hecho esta oportunidad que me has propuesto Yolanda.
ResponderEliminarEscribir en tu blog, que es tan interesante, es para mi un honor.
Te envío un gran abrazo y muchos ánimos con todo lo que te propongas.
(Amaia)
A mí también me ha hecho mucha ilusión que escribieras en mi blog, Amaia.
ResponderEliminarIgualmente, te envío de vuelta muchos abrazos e ilusiones para cumplir todos tus sueños.
Hola Yolanda, quiero agradecerte personalmente que nos hayas traído a Amaia, me ha parecido una mujer sumamente valiosa y esperanzadora. Besos :D
ResponderEliminarHola, Margarita! Gracias a ti por tus palabras y por estar aquí. A mí también me parece Amaia una mujer tal y como dices. Besos y abrazos de vuelta!
EliminarFelicidades para ti y Amaia.
ResponderEliminarAbrazos.
Muchísimas gracias, Conchi.
EliminarAbrazos de vuelta! 🤗
Una iniciativa que da "vidilla" para seguir adelante y para conocer mejor a las personas..a mí Amaia me aporta un "nosequé" muy interesante.
ResponderEliminar¡Gracias Yolanda!
Hola! Antes que nada, mil disculpas por la tardanza en responderte, pero se me pasó en su día el comentario y luego me tomé dos meses de desconexión en el blog. Coincido con lo que dices de Amaia.
EliminarGracias a ti por comentar.